Se intenta confirmar con exactitud, según fuentes policiales, si este hombre sufre trastorno bipolar o algún tipo de esquizofrenia, como apuntan algunos datos y que justificaría su aparente distanciamiento en una situación extrema como la que está viviendo: al menos en presencia policial no ha derramado ni una lágrima. Su frialdad ha llamado la atención de los agentes desde el momento en que denunció la desaparición.
Su mujer Ruth Ortiz, la madre de los pequeños, de la que se separó hace menos de un mes relató en su denuncia ante la Policía de Huelva en la madrugada del sábado al domingo las vejaciones sufridas por parte de él. Eso sí se refirió a algunos episodios que se remontan a más de dos años atrás y en los que no salieron a relucir los niños.
Los testimonios recabados apuntan a que José Bretón era el encargado de cuidar de los pequeños buena parte del tiempo, sobre todo desde que se quedó en paro hace unos cinco meses. «No dejaba que nadie se acercara a los críos. Era muy estricto, sobreprotector», explicaron algunos allegados a los agentes. Ruth Ortiz contó a los policías que él le había dicho que si no aceptaba la custodia compartida nunca volvería a ver a los pequeños, una «amenaza» que los investigadores tienen muy en cuenta.